Ayudar a un bebedor

Intervención personalizada

CONSEJO
El objetivo de la intervención precoz es ayudar al paciente a mantener su nivel de bebidas alcohólicas por debajo de los límites: no más de 14 unidades semanales para las mujeres, ni más de 21 unidades para los hombres.

Si se trata de un bebedor de riesgo sin dependencia aparente, la situación clínica abierta por la entrevista puede aprovecharse para personalizar informaciones referidas a:

  1. Los daños que puede producir el uso indebido o el abuso del alcohol, vinculándolos a los niveles de riesgo del paciente.
  2. Las ventajas de beber menos y beber adecuadamente, relacionándolas con su situación actual.

Si se trata de una mujer embarazada explíquele que debería abstenerse completamente de consumir bebidas alcohólicas, o como máximo, no tomar más de una o dos unidades a la semana.

Cantidades muy inferiores a los límites máximos deseables deben recomendarse a algunos pacientes en particular (por hipertensión, por enfermedad general, incompatibilidad con alguna medicación concreta, exceso de peso, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, gota, enfermedades cardíacas, hepáticas, trastornos psiquiátricos, etc.).

Si el paciente muestra signos de dependencia de los descritos anteriormente, el objetivo no será la moderación, sino la abstinencia total, y ello requerirá una intervención más especializada (ver el apartado "Bases para una correcta derivación").

PAUTAS PARA LA INTERVENCIÓN PRECOZ

ESTABLECER UN CALENDARIO DE ACCIÓN
Es importante que el paciente participe activamente en el proceso de cambio de hábitos que Vd. le propone, para ello deberá:

PREVER LAS DIFICULTADES INICIALES
Una vez establecido un calendario hay que explorar con el paciente los temores o dificultades que prevé ante su cambio de hábitos. Algunos de los temores más frecuentes son:

Una vez expresados estos temores, hay que ayudar al paciente a buscar sus propias soluciones. Por ejemplo:

COMPROMISO DE SEGUIMIENTO
La motivación del paciente se incrementa si Vd. le cita claramente para una visita de seguimiento.

Por ello, si es posible, es importante citarle para una consulta posterior, entre dos y cuatro semanas más tarde. Pídale que traiga su registro diario, para esta siguiente visita.

Si una visita de seguimiento no es viable de forma inmediata, insista en que se le preguntará por sus progresos en la próxima consulta regular.

Para facilitar el seguimiento, es útil señalar de forma visible la fecha de esta primera consulta en la que se le pide al paciente cambiar sus hábitos respecto al alcohol, señalar cuánto bebe ahora y cuál es el objetivo fijado para reducir su consumo.


Para saber más
Detección precoz
Historia clínica referida al alcohol
Intervención personalizada
Bases para una correcta derivación

· El proceso de cambio

· Ayudar a un bebedor

· Ayudar a un fumador

· Ayudar a un drogodependiente

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