Anfetaminas y alucinógenos
Desde comienzos de los años 1990 se viene registrando en España un importante aumento del consumo de las denominadas drogas de diseño o drogas de síntesis. Aunque esta denominación genérica trata de describir un amplio conjunto de sustancias sintetizadas en laboratorios clandestinos, todo parece indicar que diferentes sustancias anfetamínicas, otros principios activos relacionados con las anfetaminas como el MDMA o éxtasis y, en menor medida, sustancias alucinógenas como el LSD, son las más presentes en el mercado ilegal.
Las anfetaminas y sus derivados se caracterizan por su acción estimulante y anorexígena que, en algunos casos, puede complementarse con efectos sobre la percepción. Los riesgos de estas sustancias se centran derivan principalmente de sus efectos cardiovasculares, algunas complicaciones psiquiátricas (crisis de ansiedad, ideas paranoides.) y, excepcionalmente, crisis muy graves de hipertermia conocidas como golpes de calor. Existen pruebas experimentales de un efecto neurotóxico de algunas de estas sustancia, aunque no se ha podido establecer claramente si estos efectos revierten con la interrupción del consumo.
El uso de estimulantes puede incrementar también el riesgo de padecer accidentes de tráfico o laborales, especialmente cuando estas sustancias se consumen al mismo tiempo que se utilizan bebidas alcohólicas, ya que muchas sustancias anfetamínicas parecen reducir la sensación subjetiva de intoxicación alcohólica sin mejorar los déficits psicomotores asociados a la acción del alcohol.